Los cuadros tarifarios aplicados a partir de 2016 generaron un aumento exponencial en los cortes de suministro de gas residencial por falta de pago
En el marco del Programa de Análisis y Visualización de Datos del Servicio Público de Gas por Redes denominado “Estado del Gas”, se publicó el Informe Gráfico titulado: “Variación cortes de suministro a usuarios Residenciales. Total País 2016-2019”.
A partir de 2017 se
registra un aumento de grandes proporciones en los cortes de suministro por
falta de pago, que pone de manifiesto las graves consecuencias generadas por
los aumentos tarifarios dispuestos a partir del año 2016. Con su formalización
en la denominada Revisión Tarifaria Integral (RTI) de 2017 aplicada por el
gobierno anterior, los incrementos de tarifa implicaron una distorsión en los
valores relativos del precio del gas (Ver «Tarifas
del Gas-2016-2020»).
De esta forma, en
términos porcentuales el año 2017 tuvo un incremento en los cortes del 249%
respecto del año anterior, con un total de 39.257 suministros afectados. La
tendencia siguió en aumento en 2018 con 5.978 cortes adicionales, totalizando 45.235
cortes por falta de pago. El gráfico muestra entonces un pico que se da en
valores porcentuales en 2017 y otro en valores absolutos en 2018, el año con
mayores desconexiones por falta de pago en todo el período.
En esta evolución no sólo
debe tomarse en cuenta la influencia de la aplicación de nuevos cuadros
tarifarios, sino también de políticas económicas que tuvieron efectos altamente
negativos en el bolsillo de usuarias y usuarios, en la medida en que el pago de
las facturas de gas se llevó una parte importante de sus ingresos.
Esto es así ya que entre
2016 y abril 2019 (cuando se aplicó el último aumento tarifario del período),
la Factura Mensual Promedio de Usuarios Residenciales aumentó más de un 1.000%
(ver informe «Factura
de Gas Natural Usuarios Residenciales 2016-2020»), equivalente a 50 puntos porcentuales por encima
de la inflación acumulada en 2017 y de casi 40 puntos porcentuales sobre la
inflación de 2018, siempre tomando en cuenta los datos proporcionados por el
Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Además, esa factura promedio
pasó de representar un 2% del Salario Mínimo Vital y Móvil en enero de 2016 a
un 11% en abril de 2019.
Otro dato de suma
importancia es que las familias acumularon deudas, en muchos casos impagables
en relación con sus ingresos, lo que a su vez derivó en los citados cortes de suministro.
Ese endeudamiento, justamente para los usuarios sin suministro, pasó de 916 pesos
en 2016 a 10.770 pesos en 2019 por cada usuario que no pudo pagar su factura. En
relación a los usuarios residenciales endeudados, pero con suministro, es
decir, aquellos a los cuales no se les cortó el servicio a pesar de su
condición de morosidad, el número pasó de 2,2 millones en 2016 a 3,4 en 2019,
un crecimiento del 48%, afectando a aproximadamente 40% del universo total de
usuarios residenciales durante 2016-2019.
A partir de 2020, con la
extensión del congelamiento de tarifas junto a las políticas aplicadas desde el
Gobierno Nacional y el trabajo llevado a cabo desde el ENARGAS, se logró ir
revirtiendo paulatinamente la situación de miles de familias argentinas
afectadas gravemente por las políticas tarifarias y económicas aplicadas
durante la gestión anterior.